El virus real

EL VIRUS REAL

Madrid, 26 de marzo 2020*

El mundo cambia. Yo, no lo tengo tan claro.

No es la primera pandemia de la historia humana, aunque sí es la primera para mí. Tampoco es cualquier virus el que afecta al mundo, de hecho, le han puesto el nombre de coronavirus, yo diría el Virus Real.

En esta nueva situación ante la que me encuentro   hay parte de mí que sin duda sostiene la colectividad que me protege y me hace confiar en las medidas políticas y sanitarias que se llevan a cabo en mi país. Sin embargo, es inevitable volver la mirada hacia mi interior y reconocer esa fragilidad y finitud del ser.

Ante el abismo del descomunal contagio por el que extrañas mutaciones   pasan de unos seres vivos sin conciencia (los animales) a otros que sí parece que la tenemos (los humanos) es evidente que esta metamorfosis se ha adueñado del flanco más vulnerable del hombre, su sistema inmune y la sociedad entera se ha conmocionado. Esta explicación engorda el popular refrán referido al año en el que nos encontramos, ‘año bisiesto año siniestro’

Confinada viviendo sola y entre los míos a veces, recluida y presa de mi misma y de los otros también, entre otros asuntos, duermo y despierto ante una realidad inédita que más que de un virus Real, parece más propia de un ataque bacteriológico urgido desde algún otro planeta, con los que también compartimos universo.

Todos, unidos más que nunca por las redes sociales y   los medios de comunicación, antes y después de esta terrible epidemia nos separamos unos de otros para ponernos todos a salvo y sobrevivir, incluso muchos reflexionaremos; mientras tanto me reconozco en la soledad que me separa del otro y de tantos otros.

Cuando todo pase, y sobrevivamos tal y como lo hicieron nuestros antepasados a las pestes o al cólera, volveremos a unirnos en lo de siempre y como siempre; solo alguno de nosotros, a conciencia introspectiva abierta, sabrá que ha cambiado en él y que ha ocurrido tras esta extraña experiencia, en el conjunto de nuestra   colectividad humana.

La historia del hombre esta sucedida de trágicas guerras, pasadas, presentes y sin duda, futuras. Eso me angustia.

No sé si como masa social nos cambiará en algo todo esto, quizás lo haga, los avances de conciencia son tan lentos que nuestra frugal existencia, no creo que los perciba.

Como novedad en los tiempos que transitamos, se ha extendido poner el calificativo de ‘virtual’ a todo lo sentimental o emocional que   envías en este extraño entorno. Yo, de momento, no envío abrazos virtuales, no sé qué sabor tienen y aunque los recibo, no siento nada ante ellos. Solo conozco los abrazos de siempre, los que conozco bien y los que me dan seguridad como especie. Me pregunto si a partir de los días posteriores a todo esto, éste sea uno de los cambios.

*26 de Marzo 2020 -  Estado de Alarma en España (13º día de confinamiento)

Milenia Villaseñor